EUROPA
PRESS
9 junio
2017
Existen siete factores de riesgo cardiovascular clásicos:
hipertensión, colesterol alto, niveles elevados de azúcar en sangre,
sedentarismo, obesidad, mala alimentación y tabaquismo.
Investigadores
de la Universidad de Boston (Estados Unidos) han descubierto que quienes evitan
más factores de riesgo cardiovascular a lo largo de su vida, como la obesidad,
la hipertensión o el tabaquismo, tienen muchas más probabilidades de llegar a
la vejez con unas arterias saludables más propias de un joven de 29 años.
El
trabajo, publicado en la revista 'Hypertension',
incluyó a un total de 3.196 adultos de más de 50 años para analizar lo que se
conoce como su envejecimiento vascular, que mide la elasticidad de los vasos
sanguíneos, y cómo influyen en él siete factores de riesgo cardiovascular
clásicos: hipertensión, colesterol alto, niveles elevados de azúcar en sangre,
sedentarismo, obesidad, mala alimentación y tabaquismo.
De este
modo, los que consiguieron evitar al menos seis de estos problemas eran 10
veces más propensos a tener unos vasos sanguíneos flexibles y funcionando
correctamente, en comparación con quienes sólo evitaban uno de estos factores
de riesgo.
"Sobre
todo parece que mantener un peso adecuado y evitar la diabetes es lo más
importante", ha señalado Teemu Niiranen, principal autor de este trabajo, que cree que
esto se debe al exceso de inflamación y los desequilibrios neurohormonales
asociados con la obesidad y la diabetes.
En las
personas jóvenes y sanas, las arterias son como tubos de goma blanda que
absorben fácilmente el impacto que conlleva cada contracción del músculo
cardiaco para enviar sangre a través de ellos. Pero con la edad, las paredes de
la arteria se vuelven más gruesas y pierden elasticidad.
Ninguno
de los participantes en el estudio tenía enfermedad cardiovascular al comienzo
del seguimiento, pero después de que los investigadores siguieran a la mitad de
ellos durante al menos 9,6 años, 391 personas desarrollaron una enfermedad
cardiaca, incluyendo 207 infartos.
Las
personas con arterias sanas tuvieron un 55 por ciento menos probabilidades de
desarrollar enfermedad cardiaca en comparación con el resto.
En
total, 566 participantes, casi el 18 por ciento, tuvieron un envejecimiento
vascular saludable, lo que incluyó a cerca del 30 por ciento de los
participantes cuando tenían 50 años, el 7 por ciento cuando cumplieron los 60 y
apenas un 1 por ciento de quienes cumplieron 70.
El colesterol controlado también es clave
Además
de evitar la diabetes y la obesidad, mantener los niveles saludables de
colesterol también fue un factor que contribuyó al envejecimiento vascular
saludable. Otros factores de riesgo para la enfermedad cardiaca, como fumar, la
dieta y el ejercicio, no fueron asociados al envejecimiento vascular sano.
El
estudio no es un experimento controlado diseñado para demostrar cómo los
factores de riesgo individuales para la enfermedad cardiaca influyen
directamente en el envejecimiento vascular.
Entre
las limitaciones del estudio, según reconocen los autores, es que los
participantes eran fundamentalmente de raza blanca, por lo que habría que
comprobar si los hallazgos también se reproducen en otros grupos raciales y
étnicos. Los investigadores también carecían de datos completos sobre la
nutrición y actividad física de los participantes.
Además,
el aumento de la rigidez vascular no es el único aspecto que puede influir en
el desarrollo de una enfermedad cardiovascular, ha añadido Christian Delles, de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), en un
editorial que acompaña a la investigación, de modo que otros aspectos como el
estrechamiento de los vasos o la presencia de placas también deben tenerse en
cuenta a la hora de evitar posibles daños.